19 febrero, 2011

Regresa pronto!


Sin ti la vida cotidiana no cambia. Es exactamente igual.
Despertar, desayunar, el trabajo, la comida y regresar al trabajo...

Todo es lo mismo, o al menos así lo parece.

La verdad es que tu ausencia no afecta en nada mi desempeño laboral, mis relaciones sociales ni nada de mi vida cotidiana. Yo sigo siendo yo aún cuando no estés.

Pero tu ausencia me quita algo, me deja sin un pedazo de alguno de mis órganos, me siento con un vacío, algo incompleto.

Si puedo seguir adelante cuando tienes que salir, pero que quede muy claro que aunque pueda hacer todo sin ti, no me gusta.

Nada se compara a tu compañía, a tu presencia, a saber que estás aquí, aunque sea en otra parte de la ciudad, pero aquí y que te veré en algunas horas más.

Te espero, los días serán iguales pero demasiado largos.