26 agosto, 2012

Tus mensajes diarios...

El dijo "prometo escribirte todos los días" y yo aparenté no creerlo, pero claramente me ilusione por dentro.

No estas. Pero has escrito.
¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas que prometiste escribir? ¿O solo ha sido una linda casualidad?

Y luego me pregunto ¿para que quiero que me escribas? ¿A donde pienso llegar contigo? y la respuesta siempre es la misma: a nada y a ningún lado.

Y recuerdo y entiendo todas esas miles de razones por las cuales no podemos estar juntos, o no debemos, o no quiero...

Pero de alguna forma te extraño, te quiero, te anhelo, y esos mensajes me hacen respirar, por ahora.

Y es que hay que acostumbrarse a estar sin ti y que no duelas.
Hay que acostumbrarse a leerte sin añorarte y sin desearte.

Te quiero en mi vida, así que habrá que acostumbrarse a tenerte de la manera en la que te quiero, como "amigo" o "conocido", como nada personal.



17 agosto, 2012

Esa canción

Y es que no es el que hayas llegado cuando estaba a punto de olvidarte, no.
Es el que hayas llegado y yo no haya sido capaz de recordar el xq estaba mejor sin ti.
Así, como la canción.
Esa canción que te cante de broma, te cante en serio, te cante con coraje y hasta te cante con indiferencia.
La canción que gritaba entre lagrimas y me consolaba cuando no estabas.

Llegaste y yo inmediatamente me abrí a ti, otra vez, por milésima vez.
Y esta vez fue peor porque lo hice con plena conciencia y uso de razón, y aun así no me importo.

Me dirigí directo al matadero y hasta con gusto de hacerlo. No lograste matarme a mi, pero si a este sentimiento.

Felicidades, ya no hay mas lagrimas disponibles, te las terminaste todas.

Busca tu camino en otra parte mientras busco el tempo que perdí.
Y si, hoy estoy mejor sin ti.