Esperé un fin de semana, y dos y tres.
Esperé a que llegaras, oí la alarma del coche y corrí a la ventana
por supuesto no eras tu.
Esperé todos los días verte llegar y recapacitar
pero la espera se me fue desgastando.
No sólo esperé, te busque, te propuse, te invité.
Nada quisiste.
Te dije, te recomendé, te advertí "no siempre voy a estar aquí..."
Te hice reír, me reí, reflexioné, hablé, me calle, te lloré...
Nada te hizo moverte de ahí.
¿Y ahora?
Piensas las cosas dos días y ¿crees que ya es una decisión definida?
¿Y ahora?
dices que vas a hacer, que te vas a esforzar, que vas a demostrar
¿en verdad?
Ahora es un tanto tarde...
Te tengo miedo.
Tengo miedo de lo que generas en mí,
de que regreses y me quites la tranquilidad y te vuelvas a ir.
No te creo.
Ya no te creo nada, y ya no te quiero creer nada.
¿Me gustaría creerte?
Ya no se...
Ya no quiero hacer nada, se me han termiando las ganas.
Muevete tu, que yo ya no puedo, ya no quiero.
Vamos a ver que pasa,
¿dejar "fluir"?
Dejaré fluir a ver si es real o sólo un fin de semana de soledad.
Te quiero.
Pero a veces te quiero más lejos.
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